Colgándonos las medallitas

Parece ser que muchos mexicanos aun no entendemos que los triunfos son de quienes los cosiguen.
En las ultimas semanas la actividad deportiva en la que participan compatriotas ha sido extenuante, sobre todo en el futbol y en esta semana iniciaron los juegos Panamericanos en Brasil.
Primero lo primero y es que ayer mientras veía la final de la Copa América, la narración de Luis Omar Tapia (TV Azteca) decía "aquí comienzan 90 minutos del deporte más hermoso del mundo" a lo que una mujer que se encontraba en la misma sala dijo acertadamente "después de ver el resumen de la gimnasia artística ¿creen de verdad que el futbol es el deporte más hermoso del mundo?" eso me hizo pensar en lo siguiente.
México se caracteriza por tener grandes atletas de alto rendimiento, pero también existen grandes científicos, escritores, políticos (sí, aunque no lo crean si hay buenos políticos, los que son de verdad, pero ese es otro tema que trataré en otra ocasión); lo malo es que siempre buscamos que algo nos haga sentir bien y nos son, en la mayoría de las ocaciones nuestras propias acciones, sino las de otros.
Nos hemos acostumbrado a decir "le ganamos a Brasil, obtuvimos una medalla", pero jamás decimos PERDIMOS; ellos perdieron nosotros no.
¿Recuerdan la medalla de Soraya o las victorias de Chavez o cuántos premios Nobel han sido mexicanos? Tal vez si, y lo recordamos por que son triunfos y nos colagamos la medallita cuando nosotros ni siquiera hicimos un "esfuercito" por ello.
Pero que tal las derrotas o la verdadera visión de los vencidos, México tiene poca memoria histórica y es de verdad algo en lo que deberíamos reflexionar cada mañana y saber que los mexicanos cargamos con mentiras históricas desde la época prehispanica y que ni los aztecas salieron de Aztlan por un presagio, ni que el PRD está hecho de gente sana mentalmente o que quieren el bien del pueblo (ellos y todos los partidos le llaman pueblo a los que están en su CEN), así que dejemos las medallas para quien las ganaron y si de verdad queremos colgarnos alguna, pues hay que apoyar económicamente o con material a quienes realmente valen la pena y no a aquellos que ya tienen la vida resuelta y con falsas esperanzas piden más.

Hasta las siguientes letras

Joel Soza